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Color en sublimacion

Uno de los problemas iniciales que plantea la sublimación es conseguir reproducir correctamente los colores que vemos en la pantalla del ordenador para obtener los mismos colores sobre el objeto sublimado.

Aunque parezca una tarea sencilla, puede convertirse en complicada si no tienes las herramientas adecuadas y suficiente experiencia en la gestión del color. En este post explicaremos el problema de la reproducción de colores en sublimación y analizaremos las soluciones.  

¿Por qué es tan difícil la gestión del color en sublimación?

Aunque sería deseable que los colores de la pantalla de tu ordenador coincidieran con los colores obtenidos al imprimir el papel, estos no coinciden. No puedes guiarte por lo que ves en la pantalla del ordenador porque:

  1. Durante la sublimación (al aplicar calor con la plancha transfer) se produce un cambio molecular en la tinta que pasa de estado sólido a gaseoso.
  2. Las pantallas y las impresoras utilizan métodos muy diferentes para generar el color.

La pantalla del ordenador genera los colores como combinaciones de luz RGB (rojo, verde, azul). Y se obtienen todos los colores del espectro visible como combinación de luz roja, verde y azul,  la pantalla del ordenador solo permite mostrar un rango de colores o gamut limitado.

En cambio, las impresoras crean los colores a partir de CMY, cian, magenta y amarillo y, aunque el negro se consigue como una combinación de estos 3 colores, las impresoras utilizan una cuarta tinta negra porque resulta más económico que crear el negro a partir de los otros 3 colores. Por lo tanto, las impresoras generan toda la gama cromática a partir de CMYK.

Por este motivo, cualquier imagen digital que ves en la pantalla del ordenador y que utiliza el sistema RGB debe ser convertida al sistema CMYK antes de imprimirla.

Y aquí es donde surge el problema porque la gama cromática de estos dos sistemas es distinta. La gama de colores RGB que puede crear la pantalla del ordenador es mucho más amplia que la gama de colores CMYK que genera la impresora y no existe una correspondencia directa entre estos dos sistemas.

La gestión del color permite ajustar esta transformación de color para obtener el mejor resultado final sobre el objeto sublimado.

Aparte de esta conversión de RGB a CMYK, existen otros factores que también pueden afectar al color: el tipo de artículos sublimables que utilicemos, el acabado de estos productos, factores ambientales como la temperatura, la presión aplicada en la plancha transfer. La cantidad de presión y temperatura aplicada influye en la cantidad de tinta que va del papel impreso al artículo sublimable. Aunque si nos excedemos en la presión y el tiempo observaremos que el artículo amarillea o se oscurece, lo habremos quemado.

El tipo de tinta utilizada es importante

Para poder analizar a fondo la gestión del color también es importante analizar el tipo de tinta utilizada. En primer lugar, insistiremos en que debemos utilizar tintas de sublimación de calidad porque tiene un efecto directo en el aspecto final del producto personalizado. Las tintas de marcas reconocidas son de alta calidad y garantizan una gama de colores más amplia y de mayor intensidad. Aunque puedan parecernos más caras, ofrecen un mayor rendimiento y en consecuencia un menor consumo.

También es importante el modo en que se almacena la tinta y se suministra al papel. Existen sistemas abiertos de suministro de tinta (también conocidos como sistema CISS) y sistemas cerrados o cartuchos sellados. Se recomienda trabajar con las impresoras EcoTank (CISS), como la Epson ET-14.000, para estos trabajos de personalización para garantizar el color de sublimación. En este otro post puedes leer las ventajas de las EcoTank.

Para poder gestionar el color, una de las consideraciones más importantes es  la selección de la impresora y la tinta. Debemos seleccionar una impresora para la que existan tintas de sublimación y sea posible gestionar el color.

Existen dos métodos básicos para la gestión del color en la sublimación: los perfiles ICC (International Color Consortium) y un software RIP (raster image processing). Aunque los 2 métodos son similares, existen diferencias notables entre ellos.

Perfil de color ICC

El perfil ICC es un archivo de software que garantiza que al seleccionar un color determinado en la pantalla del ordenador, se obtiene el color designado de modo correcto y consistente sobre el soporte sublimado. El perfil crea un enlace entre los colores de la pantalla y los colores finales sobre el artículo sublimado.

Para poder utilizar el perfil ICC es necesario gestionar las imágenes desde un programa de edición de imagen compatible, por ejemplo Photoshop o Corel. El perfil ICC estará en la fase final de la impresión y el driver original de la impresora estará configurado para que “no gestione los colores”. De este modo el perfil de color corregirá la imagen y enviará los datos a la impresora sin afectar a los colores.

Los perfiles de color ICC para sublimación también presentan algún problema. Al imprimir una gama de colores desde un perfil, este software es capaz de ajustar los colores para imprimir el color correcto.

Sin embargo, durante la sublimación al aplicar calor con la plancha transfer sobre el papel impreso, la tinta se convierte en gas y los colores cambian sus propiedades en estado gaseoso. Este cambio puede ser bastante drástico (el color azul podría parecer verde sobre el papel) y es imposible determinar si la impresión es correcta o no hasta que se ha sublimado sobre el objeto personalizable. Por este motivo, algunos profesionales crean su propia gama de colores sublimados sobre personalizables y lo relacionan con los colores vistos en pantalla.

Software RIP

Algunos usuarios con gran experiencia y una formación técnica optan por utilizar un software RIP que incluye una prestación de creación de perfil de color ICC para gestionar los colores. El software RIP convierte la imagen en un mapa de bits (rasterización) y envía los archivos rasterizados a la impresora. Este proceso implica que debes crear tus propios perfiles ICC desde cero, lo que requiere mucho tiempo y un gran conocimiento cromático. Es prácticamente una actividad artística.

Los artículos personalizables

En la sublimación trabajamos con tintas semitransparentes, y por este motivo el color de fondo del objeto sublimado se suma al color de la tinta aplicada y afecta al color final. Aunque generalmente sublimamos artículos blancos, el tono de blanco puede variar y esto afectaría a la consistencia de colores.

Por supuesto que los artículos de color son más complicados a la hora de predecir el color resultante, pero es cuestión de experimentar y encontrar aquellos diseños con un resultado satisfactorio.

Cartas de colores

Para intentar conseguir una reproducción exacta del color es muy útil preparar tu propia carta de colores sobre cada uno de los soportes sublimables que utilizamos. De este modo, serás capaz de seleccionar los colores RGB que se traducen en el color final del objeto sublimado.

Nuestros consejos:

  • El perfil de color es fundamental para conseguir el colorido perfecto en tus productos personalizados. Si las tintas de sublimación son el “corazón” del equipo de  sublimación, el perfil de color actúa como el “cerebro” de este sistema. Nuestra recomendación es que utilices tintas de sublimación de calidad y que solicites al fabricante de tintas el perfil de color adecuado para tu modelo de impresora. De este modo, la gestión del color en sublimación se convierte en algo tan sencillo como un solo «click» en el programa de gestión de color.
  • Domina al máximo el programa gráfico que utilices: Photoshop, CorelDRAW o Illustrator, de este modo podrás crear gráficos de colores para asegurar una consistencia.
  • Imprime una paleta de colores sobre el tipo de sublimables que utilices, incluyendo los códigos de cada color. Esto te servirá como referencia de la equivalencia de colores, y servirá como elemento de consulta para ti y también para tus clientes.
  • Haz pruebas y prepárate antes de iniciar la producción. Es conveniente realizar una inversión inicial en tintas, papel de sublimación y artículos sublimables para hacer pruebas y experimentar. Anota los resultados y saca conclusiones para adaptar tu método de producción. Conseguirás aumentar tu eficiencia, reduciendo mermas y consiguiendo resultados óptimos.

Con una correcta gestión del color siguiendo los consejos anteriores, podrás reproducir colores de máxima intensidad y atractivo diferenciándote de la competencia.