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Bordadora Melco AmayaXTSEl bordado es una de las técnicas de marcaje de prendas más tradicional y antigua. Una labor que originalmente se realizaba a mano, y que con la industrialización vio la implantación del uso de máquinas de bordar por su mayor precisión, rapidez e infinidad de posibilidades.

Pero al tratarse de una técnica tradicional ha existido una gran competencia entre los distintos talleres de bordados. Y para intentar igualar o mejorar la oferta de sus competidores, muchos bordadores han reducido drásticamente sus precios. Las empresas con máquinas multicabezales podían competir en precio debido a la cantidad de bordados que podían realizar en una jornada.

Muchos pequeños talleres de bordado han caído en la espiral de intentar igualar o mejorar los precios de la competencia. Y esto se ha traducido en tener que invertir más y más horas de trabajo, a la vez que reducían sus precios. En definitiva, trabajar más por menos.

El que se dedica al bordado siente una especial pasión por esta técnica, pero su objetivo es ganarse la vida. Y después de pagar facturas y gastos, debería haber generado unos ingresos para poder retribuirse su propio sueldo. Pero en muchas ocasiones, los bordadores han estado perdiendo dinero durante un tiempo con el objetivo de incrementar sus ventas. Esta situación finalmente les  obliga a cerrar su taller. Y entre la sociedad se divulga el mito de que “no vale la pena dedicarse al bordado porque está muy mal retribuido”.

Pero en realidad el problema ha sido la política de precios de muchos talleres de bordado.

El bordador es un profesional con una formación especializada y como tal debe recibir una retribución acorde. Los bordadores realizan un trabajo de alta precisión y es importante que se reconozca su esfuerzo pagando el precio real del esfuerzo que invierten.

¿Deseo competir en precios, servicio o calidad?

Detalles de un bordadoEl profesional del bordado debe definir su trabajo y su negocio: ¿desea competir en precios, en servicios o en calidad? Lo ideal es ser competitivo en estos 3 puntos a la vez. Es importante tener unos precios competitivos pero justos calculados en base a las tareas desarrolladas durante todo el proceso de bordado. Hay que ofrecer un servicio competitivo al cliente: entendiendo sus necesidades, realizando una propuesta real del tipo de bordados, coste, etc. y hay que cumplir con las expectativas que hemos transmitido al cliente. El que se dedica a este negocio como actividad complementaria o se inicia en este mundo, comienza con un pequeño negocio y debe valorar la calidad de su trabajo muy por encima de su capacidad para realizar tiradas de producción y del número de puntadas que pueda tener un bordado.

Este debe ser el lema del pequeño bordador: profesionalidad plasmada en su trabajo, y si es posible especializarse en trabajos muy específicos. La calidad en un bordado es la mejor tarjeta de presentación de un bordador.

¿Cómo determinar el precio de mis bordados?

A la hora de determinar el precio de un bordado, se deben tener en cuenta varios factores y no solo el número de puntadas (que tradicionalmente era la única variable a considerar a la hora de decidir el precio). No se trata solo del número de puntadas, también hay que tener en cuenta:

  • la calidad y acabado del diseño
  • el tiempo invertido en el bordado y la manipulación de la prenda: cambios de hilos, cortes, colocación en bastidor, etc.)
  • cantidad y calidad de los materiales utilizados (entretela, tipo de hilo, aplicaciones)
  • tareas o trabajos añadidos (recorte de apliques, repasado del bordado)

En este vídeo puedes ver todo el proceso de bordado de una gorra.

Es importante:

  • Definir los pasos que integran cada trabajo de bordado, y
  • Contabilizar cuantitativamente el tiempo invertido en cada uno de los pasos.

La única manera de saber cuánto te cuesta cada labor de bordado, consiste en registrar estos tiempos. Puedes utilizar una hoja de cálculo para registrar cada tarea que desempeñas y el tiempo asociado a esa tarea. Comienza a calcular estos tiempos y podrás saber cuánto te cuesta hacer un bordado. ¡Tu tiempo es dinero! Y debes cobrar por el tiempo invertido.

Escríbenos y cuéntanos ¿cómo calculas tú el precio de tus bordados?